Escrito por: Pacheta | | febrero 05, 2013 |

Valiéndome de un rasgo que Geetz considera sobre la cultura en su "Descripción Densa", admitamos que ésta es política, social y no científica en su acepción positivista. Si, como bien expone el autor, la cultura es pública porque se ejerce siempre en un imaginario colectivo del cual sólo puede aclararse si se observa públicamente, entonces la idea científica de poder descubrir una característica sobre tu objeto de estudio, como si se tratase de un experimento en un laboratorio, queda completamente descartada.
Nos damos a conocer al mundo de manera pública y esto es política, puesto que nuestras creencias, ideas, pensamientos, imaginaciones... se establecen y construyen siempre en un marco de interrelaciones con los otros. No hay cultura sin subjetividad humana y a la vez, sin la objetividad más plausible e irrefutable que el constructo sobre la idea misma de cultura para cada individuo subjetivo. 
Ese constructo siempre se establece de forma pública y política, mediante la comunicación.
La cultura es un sistema, una estructura, un constructo semiótico de significados, conducta aprehendida.... pero ante todo es pública y política.

Continúo pues la línea de Weber sobre la necesidades posicionarnos en una idea de valor, reconociendo mi subjetividad; no puedo establecer de manera exacta mi ser si no me contemplo (y me explico) políticamente; puesto que toda idea acerca de algo (moralidad, igualdad, justicia...) se construye en base a ideales políticos. Así pues, esclareciendo mis valores y utilizándolos desde una relación de valor, expondré de una forma más objetiva de la realidad empírica estudiada. Explicar y definir de forma precisa mi condición política ayudará a comprender mi etnografía.