Escrito por: Pacheta | | octubre 04, 2012 |

"En deuda, una historia alternativa de la economía". David Graebar.

Reflexiones:

En deuda tiene mucha fuerza porque es moral y económico. Es la sustitución de la historia del lenguaje por el dinero. En lo que el dinero acabó convirtiéndose en el intercambio de nuestros miedos y esperanzas (sustituyendo al cambio de bienes). ¿Es austeridad o es crecimiento? Es el sustituto del lenguaje a las palabras de arcilla. El lenguaje no necesita una teoría que fundamente teóricamente el lenguaje. El problema del rodeo (el equívoco que tiene el que está hablando yo sobre la realidad). Estamos juzgando lo que decimos, hechos e interpretaciones, si casan o no casan, si se corresponden o no.  Juzgar es comprender el enunciado. 
El que posee el poder miente, no nos define gobernar y ser gobernados. Para que eso existiera, tendría que ser posible la dejación de nuestra voluntad. 
¿Venimos endeudados a este mundo? Con deuda y crédito bajo el brazo. Nada más nacer venimos endeudados, si el lenguaje es una herramienta y las cosas ya están dichas. Yo vengo a este mundo y me encuentro con que ya está preparado
El lenguaje es una convención. Todo es ficción y todos jugamos al juego de la ficción.
Que sea todo escritura es que todo es ya propiedad individual y social. La escritura se convierte en el fundamento de nuestro desdoblamiento de la personalidad. La escritura nos convierte a todos en funcionarios. El que profesionaliza la acción y el pensamiento. La realidad tiene el papel importante de darme a pensar. 

Hasta que no aparece la imagen yo no veo. Con la aparición de la imagen y la representación yo puedo ver desde fuera, me convierto en observador (no en espectador), porque soy ajeno al actor. Los espectadores no están fuera de los actores. El observador ve sin ser visto. 
El pensamiento es analítico, el juicio recompone una unidad ficticia.
Si hay dos mundos necesito ser un enigma, el lenguaje se convierte en una ecuación.
Cuando hablamos argumentamos (queremos operar la intención) para hacernos entender.